¿Tu puerta de garaje abre pero no cierra automáticamente? Te explicamos por qué suele ocurrir

Uno de los problemas más comunes que puede presentar una puerta de garaje automatizada es que se abre correctamente, pero luego no se activa el motor para cerrarse automáticamente. Esta situación, que a menudo genera confusión entre los usuarios, suele estar relacionada con el sistema de seguridad de la puerta, y en particular, con las fotocélulas.

Las fotocélulas son dispositivos de seguridad obligatorios en la mayoría de puertas automáticas, cuya función principal es detectar obstáculos en el recorrido de cierre para evitar accidentes. Si las fotocélulas detectan algún objeto o si hay un fallo en su funcionamiento, la centralita del motor lo interpreta como una señal de bloqueo y no permite que la puerta se cierre.

En la mayoría de los casos, este tipo de fallo se debe a una obstrucción o mal alineamiento del haz de luz (láser) que emiten las fotocélulas. Puede tratarse de un objeto situado accidentalmente en su trayectoria, como una hoja, una bolsa de plástico, una caja, o incluso una tela de araña. También puede deberse a un problema de desalineación en sistemas de doble cabezal (emisor-receptor), o a un mal enfoque del espejo en los sistemas de fotocélula con espejo de reflexión.

Además, las condiciones climáticas también influyen en el correcto funcionamiento de estos sensores. En invierno, la humedad o la lluvia pueden condensarse sobre las lentes o en el espejo, dificultando la detección. En verano, el exceso de exposición solar puede dañar el plástico de la carcasa o alterar el funcionamiento de los sensores. Incluso las sombras móviles de árboles cercanos pueden causar interferencias puntuales.

La solución más habitual consiste en realizar una revisión visual del recorrido del haz de la fotocélula, asegurándose de que no hay objetos delante, limpiando la superficie de las lentes o el espejo, y comprobando que los cabezales estén correctamente alineados. En algunos casos, será necesario sustituir la fotocélula si el plástico está deteriorado o quemado por el sol.

En Puertas Graells, con más de 40 años de experiencia, nos encontramos a diario con este tipo de situaciones. Si tu puerta presenta este comportamiento, no dudes en contactar con nosotros para realizar una revisión técnica. Un sistema de automatización debe funcionar con seguridad y fiabilidad durante todo el año.