Cuando la puerta de garaje exterior deja de funcionar de forma automática durante la lluvia, una de las posibles causas es el mal funcionamiento de la fotocélula de seguridad. Estas fotocélulas son componentes esenciales en los sistemas de puertas automáticas, ya que detectan objetos o personas en el área de cierre, evitando que la puerta se cierre si hay algo en su camino.

Si la fotocélula de seguridad no es de uso exterior o no está adecuadamente protegida, es probable que se moje el espejo reflectante, lo que puede afectar su funcionamiento y hacer que la puerta quede fuera de servicio durante las condiciones de lluvia. La humedad en el espejo puede afectar la precisión de la detección de objetos, lo que lleva a que la puerta no responda correctamente y, por razones de seguridad, se detenga o no funcione en absoluto.
La solución para este problema es reemplazar la fotocélula actual con una diseñada específicamente para uso exterior. Estas fotocélulas exteriores están construidas con materiales resistentes a la intemperie y cuentan con carcasas que protegen el espejo reflectante de la humedad y otros elementos ambientales. Además, algunos modelos incluso tienen sistemas de calefacción para evitar la acumulación de condensación o hielo en el espejo durante climas fríos.
Al instalar una fotocélula de uso exterior, se garantiza que el sistema de la puerta automática funcione de manera confiable y segura, sin importar las condiciones climáticas. Esto no solo previene problemas de operación durante la lluvia, sino que también contribuye a mantener la seguridad de la puerta y de las personas y vehículos que pasan por ella.
En resumen, si tu puerta de garaje exterior deja de funcionar correctamente durante la lluvia, considera verificar la fotocélula de seguridad y asegurarte de que sea apta para uso en exteriores. Al hacer este cambio, podrás disfrutar de una puerta automática que opera de manera eficiente y segura, independientemente de las condiciones climáticas adversas.
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